The New Kids on the Block: Acerca de Zodiac Love Team en PANAM
Todo comienza con un bombardeo de imágenes a mega velocidad, Gif de los integrantes de la muestra por Instagram e imágenes al parecer conectadas en la multireferencialidad de lo digital. Así fue el comienzo de la publicidad de Zodiac Love Team en Galería PANAM. En esta línea es claro pensar en nuestra época, estamos ubicados en un contexto donde las imágenes transitan con una rapidez inusitada en las décadas anteriores, por lo mismo, la plataforma de Instagram se instala como un reflejo del consumo de imágenes ya en la segunda década de los años 2000. Un movimiento de dedos y las imágenes aparecen una tras otra, no necesitando una experiencia estética o de observación profunda en cada una de ellas. Estas obedecen a un «estilo» en base a los algoritmos que pronostican nuestros gustos para sugerirnos el contenido que ver, los que esencialmente son relaciones entre superficies de imagen y no significados, la forma expuesta brutalmente. Zodiac love team no es de Facebook, este no tiene directa relación con las imágenes, es el mundo de los estados y los relatos biográficos, sin embargo hay algo que sucede en esta aparente desconexión de las imágenes producidas en Instagram por parte de los expositores, todas apelan al pasado. Recordemos que Instagram se vuelve fenómeno al replicar mediante filtros la estética de lo análogo en la fotografía, mientras que Zodiac Love Team vuelve a los 90 con sus clásicas cromías saltonas, marcas del recuerdo y videos en que se notaba más el medio que la imagen misma, una especie de manualidad en lo digital. Si bien esta muestra preveía una suerte de inmaterialidad de las imágenes, al encontrarnos con la muestra, vemos objetualidad en la era de lo digital.
Todas las piezas, incluso los videos de parte de Samuel Cortés y Valentina Maldonado, son objetos en base a aparatos que los sostienen. Por una parte los televisores en Cortés, y una puerta de automóvil, casi inmaculadamente pintada de verde –situándose el video incrustado en el centro de esta puerta–. Por otra parte la obra de Macarena Cuevas y Bastián Arce plantean desde la materialidad su enfrentamiento con lo objetual de sus obras. Arce desplaza la pintura –ícono de la bidimensionalidad del arte– hacía el terreno tridimensional pintando con spray una superficie de madera recortada con la forma abstracta de su pintura, dejando esta «tabla» apoyada en el muro. Aquí soporte y pintura se mezclan y no se sabe si el soporte está en función de la pintura o la pintura en función al soporte. En fin, la pintura es ya un objeto Zombie o como dicen en Games of Thrones: «Lo que está muerto no puede morir». Por otra parte, en el caso de Cuevas, nos remite directamente a formas minimalistas similares a las de Richard Serra pero en una mediana escala. Sin embargo la materialidad de su sinuosa forma, refleja y corta radicalmente el espacio, como si un filudo espejo de un momento a otro fuese una serpiente.
Cuando entré a la muestra, inevitablemente me recordó una exposición del 2013 sobre artistas Minimal en el MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) en México D.F. Dan Flavin, Sol LeWitt , Donald Judd, Carl Andre, encabezaban el histórico Headline (Esta comparación de ninguna manera injusta, cabe recordar que las obras que hicieron conocidos a estos artistas fueron dentro de sus experimentaciones conceptuales y formales). Así, el componente que genera la relación entre Zodiac Love Team y la exposición Minimalista es lo ideológico de las dos propuestas.
Los artistas de esta muestra en galería PANAM, desde que comenzó su difusión en Instagram, se hizo notar con una apuesta hacia una idea actual del estado del arte contemporáneo, donde sin embargo, en Chile estamos en el siglo XXI y seguimos sin mover las cosas. En este sentido la curatoría del teórico e investigador del arte Diego Maureira no es inocente, los artistas seleccionados plantean un imaginario que cruza épocas, medios de producción, tecnologías, formas y materialidades, todo siempre en un estado de libertad absoluta. Quizás esa misma libertad es lo que define a un artista inserto en el contexto contemporáneo (hablamos ya del 2019). La democratización y la apropiación de las imágenes de internet, la mezcla entre el pasado, presente y futuro en un solo espacio, ya sea digital o físico, da cuenta de la globalidad de los imaginarios culturales utilizados por estos artistas, considerando parte de su obra los videos que hacen circular en redes sociales. Por ejemplo la obra de Cortés me recordó las primeras interfaces de Windows y Pump Up The Jam de Technotronic (mi cabeza se fue hacia la música de los noventa y luego volvió a un video arte en una muestra en el año 2019), o el Trabajo de Macarena Cuevas que lleva hacia el arte modernista y luego plantea un nuevo imaginario, uno actual. En ese sentido lo ideológico de esta muestra está
la mixtura y los cruces –sin miedo ni piedad– que crean «lo nuevo» (planteando lo nuevo como la aceptación de que no hay nada nuevo), el pasado construye el presente y a su vez la cruza de estos plantea el futuro. Sin duda esta es una propuesta inicial de este grupo, un primer manifiesto, algo que hace pensar que este grupo de artistas tienen la posibilidad de posicionar una nueva manera de pensar la creación artística (por lo menos tengo esa fe y creo que me haré coleccionista).