Oralidad, memoria, performance y arte contemporáneo: una conversación con Donna Kukama

Por Carolina Cerqueira y Tálisson Melo de Souza

El día 7 de julio de 2017, en Johannesburgo, Sudáfrica, encontramos la artista y profesora universitaria Donna Kukama 1 para una conversación sobre su trabajo y su percepción acerca de cómo el tema de las relaciones raciales se incorpora en las prácticas, discursos e instituciones artísticas en diferentes contextos. Nuestro interés en hablar sobre eso con Kukama en particular está relacionado al proyecto artístico/editorial que estamos desarrollando desde 2015, “Mesmo Sol Outro” (financiado por Rumos Itaú Cultural 2015-2016), un libro digital compuesto de fotos, dibujos y textos que hemos hecho o colectado durante viajes y estancias en diferentes partes de Brasil, Angola y Sudáfrica. El tópico principal aquí gira alrededor de las categorías raciales, modos como el urbanismo y la arquitectura están involucrados en las estructuras que clasifican y segregan personas que “viven juntas”.

 

 

CC&TM: ¿Le gustaría contextualizar su trabajo en relación al arte contemporáneo?

DK: Creo que ocupa un espacio que es simultáneamente dentro y afuera. El hecho de que eso dice de cuestiones de fuera del arte contemporáneo, de lo que arte contemporáneo hace, pero también el hecho de que existe fuera del dominio del arte contemporáneo. Algunas de mis performances tienen lugar donde no hay público de arte. Es un posicionamiento en que yo estoy cada vez más consciente que yo funciono dentro del arte contemporáneo, pero al mismo tiempo tengo me permitido intencionalmente a mantener una práctica que es continua y que no se apoya sobre demandas del arte contemporáneo, o los temas del arte contemporáneo, o las bienales de arte contemporáneo. Algo que es como que capaz de existir en el mundo real sin el sello del arte.

 

CC&TM: Mirando algunas de sus performances o registros de ellas que están en línea, identificamos una dirección común: una interrogación hacia las estructuras arquitectónicas que representan una capa única del pasado, una narrativa oficial preservada por años. ¿Crees que has elegido este tipo de cuestión para performar por qué razón?

DK: Primeramente, un interés sobre cómo cosas son recordadas y de quién son las voces que cuentan esas historias, o de quién son las caras memoradas, eso para mí es interesante. Y no es para encontrar una contra narrativa, porque al decir contra se está como que suponiendo haber algo más grande que yo misma que esté ahí. Es más sobre solamente hacer emerger narrativas que son centrales para mis experiencias y creo que para muchas otras personas.

Es una investigación continua. Pienso que estoy en el punto donde comprendo eso mejor. Eso viene de una serie de instituciones que representan ellas mismas como un espejo de como instituciones son disfuncionales y de eso vino la idea de monumentos y, tu sabes lo que es recordado, como cosas son recordadas. Estoy pensando en un cuerpo que es tanto archive como monumento. El cuerpo como transportador de historia.

Por mucho tiempo, libro han sido tan exclusivos, y sí ahora son más inclusivos, pero si miras hay aún tipos de cuerpos que son marginalizados y solo existen como esclavos y víctimas.

 

CC&TM: Propones repensar espacios institucionales del arte por medio de su trabajo, sin embargo, sus performances han sido presentadas a menudo en museos y bienales importantes, como la de São Paulo, Moscú, Lyon. ¿Este reconocimiento tiene impacto sobre tus ideas acerca de las instituciones artísticas y su práctica creativa?

DK: No. Reconozco que no hay una manera de escapar de las instituciones del mundo del arte, estoy muy consciente de esto. Para mí, lo que es interesante es como dentro de esas instituciones todavía puedo romper y también la idea de no marginalizar a mí misma cuando ya estoy marginalizada. Entonces, la idea de ocupar un centro es importante para mí. Estar presente se volvió parte de mi agencia. No quiero estar afuera diciendo “hey, esto es malo”.

Mis respuestas son siempre conceptuales. Estoy siempre considerando lo que las bienales están intentando hacer. No estoy siempre trabajando contra las cosas, pero luchar contra cualquier cosa es problemático dentro del espacio y a través de la obra, no afuera de la obra. Es un modo de negociar mi posición dentro de estos marcos. Por ejemplo, para Lyon la idea era presentar un catálogo, pero el catálogo fue un recorrido por la exhibición entonces también nosotros empezamos a exponer los tipos de histories que el curador estaba contando al hacer un cierto tipo de selección. Hay siempre un tipo de comentario subyacente mismo dentro de esos espacios. Es más basado en lo que es para ser hecho que en lo que siento. 

 

CC&TM: Como brasileños, venimos pensando, investigando y conversando con diferentes personas sobre relaciones raciales en diferentes ciudades. ¿Podrías compartir su visión sobre este tema de su perspectiva como sudafricana?

DK: Todavía tenemos un largo camino. Creo que sea muy evidente y obvio. El hecho es que tensiones raciales están por toda parte, pero el nivel en que personas son capaces de ocultarlas varía. Estoy siempre preocupada con personas en ciudades chicas. Pienso que hace un mes este joven fue tirado de una van porqué sacó un girasol de la hacienda de un hombre blanco. Es como los días del linchamiento. Y eso es algo que probablemente ocurre diariamente. Nos preguntamos cómo estas cosas ocurren regularmente… Mientras, aquí en Joburg sentamos en los mismos sitios, tenemos conversaciones juntos, pero todavía hay algo muy sutil… no sé… las cuestiones raciales aquí todavía tienen mucho que progresar.

 

CC&TM: ¿Y crees que la gente está hablando sobre esto?

DK: No. Creo que las personas lo hacen en público, pero no en sus hogares, o al cenar… especialmente personas que no son afectadas directamente… No creo que esas conversaciones sucedan.

 

CC&TM: ¿Ves conexiones entre Sudáfrica y otros lugares? Por ejemplo, cuando estuviste en São Paulo durante la 32a Bienal, año pasado.

DK: Sí. Pienso que como en Sudáfrica estoy “en casa” y llevo mucho más tiempo viviendo aquí, por lo tanto, más expuesta a tales situaciones que en cualquier otro sitio. En otras palabras, quizás por ser una artista, estoy protegida de alguna manera. Si estoy viajando para una bienal o residencia artística a bienal o una residencia. Acabé en espacios completamente protegidos. Entonces este tipo de cosa tiene la posibilidad de cegarte de lo que pasa en la vida real, lo que es el motive de gran parte de proceso de investigación involucrar interacciones con personas que de echo están en los sitios, para realmente saber, para colarme bajo la piel de eses espacios. Es muy fácil se desplazar y no ser tocado pues “eres Donna Kukama”, “están en un hotel”, “es una artista”, te tratan bien y entonces te vas. Para mí es siempre importante entrar en espacios que no sean necesariamente seguros y usar esas oportunidades para descubrir lo que está pasando. En muchos casos, hay muchas cosas pasando. Rusia es increíblemente racista, pero yo viví esto por ser parte de la Biennale. Sentí esto en otros espacios y haciendo amigos afuera de la comunidad artística. Hay diferentes facetas del racismo. En Suiza, es muy distinto, es casi invisible y si no te quedas tiempo suficiente ahí las personas son tan neutrales porque está incorporado en esa sociedad lo de no ofender, pero cuando miras como ellos votan y quien tiene poder ves muy claramente que la mentalidad no es neutral.

 

CC&TM: Las diferentes culturas y conocimientos presentes en tradiciones africanas son una CAPA importante que es marginalizada en la historia hegemónica de África y que rescatas por medio de tu obra. La oralidad es el elemento que usas en sus performances y que está conectado a estas tradiciones, ¿cuán importante es el rescate de la tradición oral para ti como artista, profesora y persona?

DK: La cosa importante es, por supuesto, recuperar o traer de vuelta este conocimiento, pero también echar por tierra la idea de tiempo como es comprendida en el sentido occidental, donde las cosas ocurren en un curso temporal que es lineal. Las performances nos permiten aplastar esta idea de tiempo. Permiten empezar a hablar del pasado en el presente y también una manera de imaginar futuros posibles. En lugar de cosas como entonces y ahora. Creo que una estrategia como esta de colapsar el tiempo es realmente importante, esto colapso en el sentido de reordenar caminos de pensamiento, porque veo esto como inherente en el modo como las cosas existieron y como el conocimiento es pasado en el contexto africano y tiene sido completamente borrado. Aún esperamos hablar de nosotros mismos trayendo de vuelta la historia o revisitando la historia. Para mí, eso es todo lo mismo. El pasado, el presente y el futuro no pueden ser separados.

El conocimiento ha sido continuamente borrado. Es chocante porque está allí. No precisas viajar, sois de Brasil y en Brasil eso está sensiblemente distante, es sistemáticamente borrado por años. Y lo que también es insano, hablando de lenguaje, es que los padres quedan más orgullosos de sus hijos si habla “buen inglés” que el hecho de hablaren buen zulú, xhosa… Como algo que contáis sobre el modo como se habla en Brasil, donde la abuela queda feliz por sus nietos que son más claros (más blancos), aquí eso pasa con el lenguaje. Hay gente mayor se esforzando con el inglés, pero feliz que sus nietos hablan inglés como un inglés.

 

CC&TM: ¿Qué piensas acerca del debate sobre descolonización del conocimiento?

DK: Hay muchas conferencias, movimientos, libros alrededor de la descolonización del conocimiento, pero siento que no hay acción suficiente y cualquier intento de acción aún está dentro de un entorno de estandartes coloniales. Yo estaría interesada en ver la estructura misma siendo más fluida. No aconteciendo en un edificio, no siguiendo un calendario, no con una ponencia culta y formal, no con un presidente, hacienda currículum… es un ejemplo de cómo pienso en la idea de descolonizar la educación. Pero no quiero que eso sea algo solo por deshacer, es sobre la cosa que podría ser de valor para abrir nuestras mientes.

 


Versión original inglés: Orality, memory, performance and contemporary art: a conversation with Donna Kukama

 

On 7th July 2017, in Johannesburg, South Africa, we met the artist and professor Donna Kukama to have a conversation about her work and her perception of how the issue of racial relations has been embodied in the artistic practices, discourses, and institutions in different contexts. This interest in talking to Kukama, in particular, has to do with the editorial/artistic project we are developing since 2015, “Mesmo Sol Outro” (funded by Rumos Itaú Cultural), a digital book composed of photos, drawings and texts we have made or collected during travels and stays in different parts of Brazil and Africa. The main topic here goes around the racial categories, how urbanism and architecture are part of the process of classifying and segregating different racial groups.

 

CC&TM: Would you like to contextualize your work in relation to contemporary art?

DK: I guess it occupies a space that is both inside and outside. The fact that it speaks about issues outside of contemporary art, of what contemporary art does, but also the fact that it exists outside the realm of contemporary art. Some of my performances take place where there is no art audience. It’s a positioning where I am increasingly aware that I function within contemporary art, but at the same time I have consciously been allowing myself to have a practice that it is continuous and that does not rely on the needs of contemporary art, or the themes of contemporary art, or the biennales of contemporary art. Something that is sort of able to exist within the real world without the stamp from art.

 

CC&TM: Watching some online records of your performances, we identified a common direction: an interrogation toward the architectural structures that represent a unique layer of the past, an official narrative preserved for years. Why do you think you have chosen this kind of questions to perform?

DK: Firstly, an interest on how things are remembered and whose voice tells these histories, or whose face is remembered, that for me is interesting. And it is not to find a counter-narrative because by saying counter I sort of assume there is something bigger than myself which is there. It is more about just bringing up narratives that are central to my experiences and I guess to many other people.

It is a continuous investigation. I think I am at a point where I understand it better. It has come from a series of institutions that represent themselves as a mirror of how institutions are dysfunctional and from there it knocked the idea of monuments and, you know what is being remembered, how things are remembered. I am thinking of a body as both archives and as a monument. The body as carrier of history.

For a long time, books have been so exclusive, and yes now they are more inclusive, but if you look there are still types of bodies that are marginalized and only exist as slaves and victims.

 

CC&TM: You propose to rethink the institutional spaces of art through your work, even though your work has often been presented in museums, important biennials like São Paulo, Moscow, and Lyon. Does this recognition have an impact on your ideas about art institutions and your creative practice?

DK: No. I recognize that there is no escaping from the institutions of the art world, I am very aware of that. For me what is interesting is how within those institutions I can still break through and also the idea of not marginalizing myself when I am already marginalized. So the idea of occupying a centre is important for me. Being present becomes part of my agency. I do not want to be from the outside saying “hey, this is bad”.

My responses are always conceptual. I am always considering what the biennial is trying to do. I do not always work against things, but countering whatever is problematic within that space and through the work not outside of the work. It is a way of negotiating my position within these frameworks. For example, for Lyon, the idea was to present a catalog, but the catalog was a walkabout of the exhibition which then also we began to expose the types of stories this curator is telling by making a certain kind of selection. There is always a kind of underlying commentary even within those spaces. So it is more based on what it is to be done than how I feel. 

 

CC&TM: As Brazilians, we have been thinking, researching and talking to different people about racial relations in different cities. Could you share your thoughts on this topic from your perspective as a South African?

DK: We still have a long way to go. I guess that is quite clear and obvious. The fact is that racial tensions are everywhere, but then the kind of degree at which people are able to conceal varies. I am always concerned with people in small towns. I think a month ago this young boy was thrown off a back of a van because he picked a sunflower from this white man’s farm. It’s like lynching days. And that is something that probably happens on a daily basis. We wonder how regularly these things happen… Whereas, here in Joburg we seat in the same space, have conversations together, but they are still very subtle… I don’t know… the racial issues here still have a long way to go.

 

CC&TM: And do you think people are having conversations about it?

DK: No. I think in public people are, but at homes, dinner tables… especially people who are not affected directly… I do not think those conversations happen.

 

CC&TM: Do you see any connections between South Africa and other places? For example, when you stayed in São Paulo during the 32nd Biennial, last year.

DK: Yes. I guess because SA is home and I have more time spent here and therefore more exposed to these situations than anywhere else. In other places maybe by just being an artist, I am protected in a way. If I am traveling for a biennale or a residency I end up in spaces that are completely protected. So that kind of thing has the possibility to blinding you to what goes on in real life, which is why a lot of my research processes involve interacting with actual people that are there in order to really know, in order to get under the skin of those spaces. It is very easy to move around and not being touched because you are Donna Kukama, you are in a hotel, you are an artist, they treat you well and then you leave. To me is always important to enter spaces that are not necessarily safe and to use those opportunities to find out what it is going on. And in most cases, there is a lot going on. Russia is insanely racist, but I did not experience it by being part of the Biennale. I experience it in other spaces and making friends outside the arts community. There are different faces of racism. In Switzerland, it is completely different is almost invisible and if you do not spend enough time there, people are so neutral because it is embedded in this society to not offend, but when you look in how they vote and who is in power and then it is very clear that the mentality is not neutral.

 

CC&TM: The different cultures and knowledge present in African traditions are one important layer that is marginalized in the hegemonic history of Africa and that you rescue through your work. The orality is the element you use in your performances that is connected to these traditions, how important is the rescue of oral tradition to you as an artist, a lecturer, and a person?

DK: The important thing is of course to rescue or to bring back this knowledge, but also to debunk the idea of time as it is understood in a Western sense where things happen in a timeline that it is linear. Performances allow us to squash this idea of time. They allow us to begin to speak of the past in the present and also a way to imagine possible futures. Rather than things as then and now. I think as a strategy like this collapse of time is really important, this collapse in a way to rearranging ways of thinking because I think that is inheriting in how things existed and how knowledge is passed within an African context and it has been completely erased. We still expected to speak of ourselves bringing back history or revisiting history. To me, it is all the same. The past, the present and the future cannot be separated.

The knowledge has been continually erased. And it is shocking because it is right here. You do not need to travel, you are from Brazil and in Brazil it is far removed and it has been systematically erased for years. And what it is also insane, speaking of languages, parents are more and more proud that their children speak “good English” than the fact that they speak good Zulu, Xhosa… I guess in the way that you speak in the whitening of Brazil where the grandmother is happy that the grandchild is whiter, here it is happening through language. You have old people struggling with English, but so happy that their granddaughter speaks English like an English person.

 

CC&TM: What are your thoughts on the debate about the decolonization of knowledge?

DK: There is so many conferences, movements, books around decolonization of knowledge, but I feel that there is not enough action and any attempt of action is still within a setting that is by colonial standards. I would be interested to see the structure itself being more fluid. Not happing in a building, not following a calendar, not having a formally educated lecture, not having a president, not having a curriculum… that is an example how I am thinking around the idea of decolonizing education. But I don’t want it to be just for the sake of undoing, it is about the thing that could be valuable to open up our minds.

 

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Donna Kukama is a Johannesburg-based multimedia artist working in video, sound, and performance. Predominantly performance-based, her work often presents itself as moments within the reality that question the way in which histories are narrated, as well as how value systems are constructed. Through creating fleeting moments that exist between reality and fiction, her performances manifest through the unscripted participation of others, and often resist established “ways of doing”.

Kukama has presented work in various Museums internationally, including the Maison Rouge (France), the Museum of Modern Art in Antwerp (Belgium), the New Museum (United States), and the Kunsthalle Luzern (Switzerland). She participated in the Lyon Biennale in 2013 (France), the Biennale of Moving Images 2014 (Switzerland), the 2015 New Museum Triennial, the Moscow Biennale of Contemporary Art in 2015 (Russia), and the Sao Paulo Biennale in 2016 (Brazil). Kukama was one of the selected artists to represent South Africa at the Venice Biennale in 2013 (Italy) and is the 2014 recipient of the Standard Bank Young Artist Award for Performance Art. Previous award nominations include the MTN New Contemporaries Award (2010), the Ernst Schering Award (2011), and the Visible Award (as NON NON Collective), 2011. Kukama is a member of The Center for Historical Reenactments (founded 2010. died 2012. haunted 2013. exorcised 2014. Musemified 2017). She is currently a faculty member at the WITS School of Arts (University of Witwatersrand, Johannesburg).

 

Notas al pie

  1. Donna Kukama es artista multimedia, trabaja con video, sonido y performance. Vive y trabaja en Johannesburgo, Sudáfrica. Su trabajo, predominantemente basado en performances presentadas como momentos dentro de la realidad que cuestiona el modo como historias son narradas, como sistemas de valores son construidos. A través de la creación de momentos fugaces que existen entre realidad y ficción, sus performances se manifiestan de la participación de otros, y a menudo resisten a las maneras establecidas de hacer.

    Kukama ha presentado su trabajo en varios museos internacionalmente, como en la Maison Rouge (Francia), el Museo de Arte Moderno de Amberes (Bélgica), el New Museum (Estados Unidos), y la Kunsthalle de Lucerna (Suiza).

    Ha participado también en la Lyon Biennale de 2013 (Francia), la Biennale of Moving Images, 2014 (Suiza), la New Museum Triennial, la Moscow Biennale of Contemporary Art, 2015 (Rusia), y la Bienal de São Paulo de 2016 (Brasil). Kukama fue una entre artistas seleccionados para representar Sudáfrica en la Bienal de Venecia de 2013 (Italia) y recibió el Standard Bank Young Artist Award for Performance Art en 2014. Premiaciones anteriores incluyen el MTN New Contemporaries Award (2010), el Ernst Schering Award (2011), y el Visible Award (como integrante del NON NON Collective), 2011. Kukama es miembro del Center for Historical Reenactments (founded 2010. died 2012. haunted 2013. exorcised 2014. Musemified 2017). Actualmente es miembro del cuerpo de docents de la WITS School of Arts (University of Witwatersrand, Johannesburg).

Carolina Cerqueira, 1990, Minas Gerais, Brasil. Trabaja y estudia en Johannesburgo, Sudáfrica. Es artista visual, su producción se compone de resultados de un largo proceso de investigación con base en la cuestión del retrato y del autorretrato, lo que se instalan en las relaciones entre la idea de un “yo real” y un “yo retratado” en la representación de la identidad racial, considerando múltiples imágenes posibles de una misma persona. Se ha graduado en Diseño y Artes Visuales por la Universidad Federal de Juiz de Fora, Brasil. Actualmente hace Máster en la School of Arts de la University of the Witwatersrand, en Johannesburgo. Ha presentado su trabajo en la exposición individual Dessemelhança construída (Galeria Guaçuí, 2015) y en eventos de jóvenes artistas, como Arte Londrina 4, AFRORESISTÊNCIAS y Circuito Arte Atual. Ganó el premio de fotografía JF FOTO15.

Tálisson Melo, 1991, Minas Gerais, Brasil. Es artista visual e investigador, su trabajo se base en diferentes medios para reflejar acerca de la complejidad e instabilidad de marcadores sociales como nacionalidad, género, sexualidad y etnia. Es doctorando en Sociología y Antropología en la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Brasil. Con Máster en Artes, Cultura y Lenguajes por la Universidad Federal de Juiz de Fora, grado en Artes y Diseño por la misma institución, especialización en Historia del Arte Moderno y Contemporáneo por la Universidad de Salamanca, España. En 2015 fue pasante en Departamento de Documentación del MAC de la Universidad de Chile. Hoy día desarrolla su tesis acerca de las categorías geopolíticas en la Bienal de São Paulo de los 1980.

Ambos autores desarrollan el proyecto “Mesmo Sol Outro”, seleccionado por el programa Rumos Itaú Cultural, con Tálisson Melo.

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