Presentación Archivo Ceneca

El archivo que hoy inauguramos es una huella tangible de la enorme productividad de CENECA entre su fundación, en 1977, y los primeros años post retorno a la democracia.

Recorriendo esta huella hay varios hechos que llaman la atención, sorprenden, admiran.

Primeramente, la amplia gama de preocupaciones que se contienen en el propósito de indagar en la comunicación y cultura para el desarrollo. Hay estudios sobre teatro, canción popular, radio, artesanía, cine chileno, televisión, políticas de comunicación, agrupaciones culturales.

Enseguida, admira el alto grado de seriedad y profesionalismo con el que se desarrollaron y la clara voluntad de aportar, ya a la elaboración de políticas públicas, ya a la constitución de actores sociales con perfil e identidad.

Por último, hay una contribución experiencial, “de vida”, que es más difícil de “aquilatar”: CENECA fue, la existencia – en plena dictadura – de un espacio de encuentro, de análisis y de difusión de la producción cultural, lo que ciertamente hizo de nuestra transición a la democracia un proceso mucho más rico, humana y políticamente hablando, de lo que hubiese sido sin CENECA.

Si uno quisiese “resumir” la marca, el norte, el centro de la actividad de CENECA, podríamos señalar que la institución fue fiel a la misión y tarea que se propuso: a saber, “la indagación y reflexión sobre la dimensión cultural del desarrollo”. Buscó hacer patente el carácter substantivo de la dimensión cultural y también proyectarla como un componente obligado de la sociedad mejor que se buscaba construir. “La comprensión y promoción del desarrollo chileno y latinoamericano en su vertiente cultural es, por tanto, el norte que fija sus objetivos y sus métodos”.

CENECA, en el campo cultural, también fue una ventana y un puente hacia la indagación cultural que se efectuaba en los ochenta en el resto de América Latina. De hecho, tuvo varias líneas de investigación de carácter latinoamericano, las que realizó con otras instituciones de la región, propiciando valores de integración y de desarrollo sociocultural compartidos.

Ahora bien, CENECA no solo investigó la cultura, sino que hizo cultura. En términos generales, su propósito fue contribuir, en forma pronta, a enriquecer la vida cultural, propiciando actividades con distintos grupos sociales y elaborando aportes para desarrollar la propuesta cultural democrática, que debía ser alternativa a la represión de la dictadura. En esta perspectiva CENECA le dio una importancia y un espacio especial a la investigación-acción, con el propósito de generar un conocimiento que fuese un aporte inmediato y directo a las actividades de las organizaciones que surgían y se desarrollaban en la base social. También se abrió a actividades de animación cultural, muy en concordancia con las numerosas experiencias de educación popular de los años ochenta. Algunos ejemplos: proyectos de educación para la recepción activa de la TV, que desarrollaron metodologías de trabajo con jóvenes estudiantes, con jóvenes pobladores, con mujeres pobladoras y con campesinos, proyectos de teatro para la animación comunitaria, proyectos radiales para la participación de la comunidad.

Otra característica de interés, y que puede ser analizada y vista como una sugerencia y contribución al modo como trabajamos hoy, es la importante vinculación de CENECA con muchas instituciones afines y sus redes.

Mirando, ahora el presente. Ciertamente la disponibilidad de la producción de CENECA que el “archivo CENECA” ofrece, facilitará el que la investigación actual sobre nuestra vida cultural pueda hacer referencias serias y documentadas al mundo cultural chileno de los ochenta, las que por efecto del contraste y/o de la continuidad pueden ofrecer pistas interpretativas que iluminen la mirada que hoy tenemos sobre nosotros mismos.

No es el momento de profundizar en los posibles aportes de la investigación que CENECA realiza sobre la realidad de los ochenta, para tener un referente que permita marcar el cambio respecto a nuestra realidad cultural actual, pero me parece de interés marcar un punto general. En los ochenta predominaba en el ámbito cultural una lógica de oferta; hojeando algunos de los textos que nos ofrece el sitio que inauguramos me encontré con un análisis de “una” de las teleseries de moda en los ochenta: “La madrastra”, que era vista por el 50% de la teleaudiencia… Hoy estamos en otra era de las telecomunicaciones; predomina una lógica de “demanda” y los telespectadores se distribuyen no solo entre lo que les ofrecen los canales convencionales, sino que acceden también a otras propuestas: canales extranjeros, canales especializados como Netflix, redes de intercambio como YouTube… Esta es una de las marcas de la actual “sociedad líquida”, que analiza Bauman, en la que la explotación del capitalismo industrial es sustituida por lógicas de exclusión; se ha producido una distensión del lazo social, donde la situación de incluidos-excluidos de la sociedad ha reemplazado a la vieja oposición dominantes-dominados del siglo XX. No parece atrevido decir que, la puesta a disposición del archivo CENECA, entrega un muy rico material de referencia para analizar y contrastar los cambios culturales que estamos viviendo hoy.

En suma, la inauguración del archivo CENECA nos permite agradecer hoy lo que se realizó ayer, en la perspectiva de que seguirá siendo un aporte mañana. Muchas gracias a todas, todos y cada uno de quienes contribuyeron a nuestro desarrollo cultural en y desde CENECA.

 

Presentación realizada el 26-11-2018

Doctor en Filosofía y Doctor en Educación, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Profesor emérito de la Universidad Alberto Hurtado. Especialista en política educativa y desigualdad escolar.

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