Estatutos de la disidencia- Felipe Rivas San Martín

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica;
pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario,
en una sociedad burguesa, es difícil.”
Salvador Allende
Universidad de Guadalajara, México. 2 diciembre de 1972

Cap 0. Écfrasis ediciones y revista Marginal.

Inevitable partir saludando la insistencia por imprimir en tiempos virtuales de Écfrasis, proyecto independiente dirigido por Sebastián Valenzuela Valdivia, “que opera como una plataforma para la investigación, activación, edición, curatoría y difusión de prácticas artísticas contemporáneas con un mayor énfasis en Latinoamérica”. De este proyecto se desprende la revista virtual del mismo nombre, plataforma de Estudios Críticos de Arte y Cultura Contemporánea, que suma como editor a Antonio Urrutia Luxoro, curador e investigador. Ambos, Sebastián y Antonio, formados en Estética, Teoría e Historia del Arte, suman sus esfuerzos en activar la teoría del arte local-global e insistir (sin dejar de lado lo virtual) en lo impreso. Por lo mismo, saludar la puesta en circulación de este catálogo-libro (que ya lo hace interesante por su hibridez formal y que lo emparenta con la recién aparecida revista Marginal, que tiene por ahora un solo número y donde aparece una entrevista a FRSM, Revista (que proviene de un periodismo cultural desobediente cuyo sello es ese carácter fronterizo a medio camino entre revista y catálogo de arte (literalmente, es un ejercicio curatorial que funciona de manera impresa y virtual, y que podría llevarse a la practica como exposición sin problemas en algún espacio físico). Lo interesante de la estrategia de Revista Marginal es la posibilidad de que hablen los artistas: dialogan entre sí o son entrevistados, pero donde lo fundamental es la voz de los artistas (en este caso, artistas en Resistencia, pues así se define este primer número políticamente hablando).

Por lo mismo, y volviendo a Estatutos de la disidencia, catalogo-libro (editado en español, ¿por que no bilingüe?) sobre la obra del artista visual FRSM, creo importante destacar la convergencia de un diálogo teoría/práctica, palabra/imagen (a lo Dittborn-Kay o Richard-Leppe) a partir de un diálogo (poliamor) interdisciplinario e intergeneracional (entre Antonio Urrutia Luxoro, Aliwen y Juan Pablo Sutherland escritor y activista). Por lo mismo, resulta inevitable pensar en la Escena de Avanzada de los años duros de la dictadura militar (1973-1986), fundante en muchos sentidos del arte contemporáneo local, donde el catálogo de arte pasó a adquirir un estatuto estratégico, que con el paso del tiempo se convirtió en un sello de “denominación de origen” de la escena chilena de arte; momento en el cual los artistas interactuaron con las ciencias sociales y la literatura y también tomaron la iniciativa de escribir.

Así también, en este volumen comparece junto a las firmas de los escritores ya citados la escritura de artista, la de FRSM, al que podemos inscribir dentro de un largo trazado de artistas que escriben (sobre su trabajo o haciendo teoría a secas) desde Marcel Duchamp, pasando por Cecilia Vicuña, Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Luis Camnitzer, etc. Y ya que ha sido citada la ya canónica Escena de Avanzada, debo señalar que (los hechos así lo atestiguan: diálogo Nelly Richard y Felipe Rivas en Internet Mon Amour, libro de FRSM publicado por Écfrasis de 2019, que desclasifica una conversación entre ellos de 2014) y la comparecencia de FRSM junto a Patrick Hamilton en la exposición curada por Nelly en el Museo Reina Sofía (Tiempos incompletos, Chile, primer laboratorio neoliberal, 2019), me atrevo a aventurar que la obra de FRSM, actualiza y/o reactiva, desviadamente, el legado de la Escena de Avanzada. En ese sentido, esta publicación es un aporte para la discusión/renovación de la teoría del arte local (global).


No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz. Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia… (Pedro Lemebel, 1986)

Cap 1. La primera sección del catálogo-libro le corresponde a Antonio Urrutia Luxoro que se hace cargo del eje Arte y Política y donde podemos decir instituye el perfil de artista político a FRSM, asignándole el sello deartista políticamente disidente desde múltiples desacatos a lo unitario y lo normado”. Urrutia en su texto señala uno de los porqué de esta publicación: son los 13 años de trayectoria del artista que se celebraron en una exposición en la galería Factoría Santa Rosa, (Estatutos de la disidencia, septiembre-noviembre de 2020, curada por el mismo Antonio) como un ejercicio de micro retrospectiva. Por lo mismo, es interesante hacerle una pregunta a Felipe ¿cuál sería su estatuto disidente o de fuga en relación al mercado del arte? Así también preguntarle a los editores, si en esa exposición FRSM compareció junto a la artista Isidora Bravo, vinculados ambos por sus investigaciones sobre el porno y el post porno, ¿por qué este catálogo no incluyó a Isidora?

Urrutia, destaca el perfil de artista político de FRSM, el que se mueve en el contexto y cruce de las tecnologías de la información, la circulación digital de las imágenes y el activismo desde las prácticas de la disidencia sexual (hay que recordar que FRSM fue fundador de la CUDS, por lo mismo siempre va a ser una buena pregunta ¿cómo se concilia el arte y el activismo?.

FRSM, un artista que ha trabajado su politicidad en el cruce entre lo digital y lo material de manera estratégica y certera. Un ejemplo de ello es el uso y exploración del Código QR que conecta pintura (Y que señala el cruce y el entremedio tan presente en el trabajo de Felipe) y videos (muchas veces archivos), en síntesis mezclando lo real presencial y lo virtual (online) de manera pionera pre pandemia. Finalmente, Urrutia inviste a FRSM como pensador visual artista letrado que mixtura cual collage contemporáneo, antecedentes, significantes y contextos.


“Entendemos esta exposición como una ocupación Marica del Museo. Pero no hablamos aquí del “Museo” en abstracto, sino de un Museo en particular: el Museo de la Solidaridad Salvador Allende… (que) ha vinculado ejemplarmente arte y política”.

(Multitud Marica, Felipe Rivas San Martín y Francisco Godoy Vega (curadores), 2017)

Cap 2. Al escritor Juan Pablo Sutherland le correspondió escribir sobre el Estatuto homosexual presente en Felipe Rivas, donde destaca el trabajo crítico que el artista hace con la memoria homosexual, su memoria personal (de su infancia, el archivo biográfico, en contra de lo heterocentrado) y con los archivos de memoria del movimiento homosexual en Chile. Destaca también a Felipe Rivas como un disidente de toda forma de normalización, normativización y/o popularidad de las disidencias y del sentido común de género en su versión reaccionaria y conservadora; siendo capaz de poner en tensión o en disputa la estetización o la estatización de lo homosexual y el fetichismo de la ideología, y de poner en crisis hasta la monumentalidad de la imagen de Salvador Allende.


Rivas no es programador, ni tecnólogo, pero observa críticamente la coreografía
de las prácticas que se construyen entre Internet y sus usuarios, diariamente.
(Internet, mon amour de FRSM. Prólogo de Valentina Montero, Écfrasis, 2019)

Cap 3. A Aliwen le tocó comentar el estatuto de la interfaz, recurso muy presente en el trabajo de FRSM. En su texto acierta al citar a Alan Turing y su conexión con las tecnologías de reconocimiento facial, a Kosinski y Wang y su software para calcular la homosexualidad, pues remiten acertadamente a los intereses y/o investigaciones políticas, históricas y visuales desarrolladas sistemáticamente por FRSM, en su práctica pictórica o de reproducción técnica, en oposición al lenguaje binario. Aliwen dice “la pintura es usada para volver ilegibles los lenguajes cibernéticos, el artista deviene un turbulento hacker del empaste”, señalando a Felipe Rivas como, un “pintor tecnobarroquista”, capaz de criticar estructuras verticales desde el hedonismo.

Artista tecnobarroco -definición que el mismo Felipe Rivas refrenda en su texto cuando señala que usa el concepto desde 2015- que articula un discurso desde la simultaneidad de pantallas, los múltiples puntos de vista y los innumerables links  donde se intersectan las capturas pictóricas de internet, la pintura barroca latinoamericana y las escrituras sucias, impuras y contaminadas de Néstor Perlonguer.


Cap 4. A las 10 tesis sobre disidencia sexual en Chile propuestas por FRSM en este libro-catalogo propongo 3 citas que apuntan a reconfigurar un arte disidente con vocación emancipatoria:

La CUDS se traslada velozmente de escenas para contaminar el borde de las instituciones, las disciplinas y los géneros. Sus alianzas tácticas le hacen cruzar puentes con otras militancias y grupos de protesta en un zigzag que confía en que “la transformación social no será escrita en línea recta” sino en las líneas quebradas o torcidas –para usar un término afín a la sensibilidad queer– de la búsqueda creativa y la imaginación radical. (Nelly Richard)

Como curadorxs, historiadorxs, artistxs, escritorxs, críticxs, necesitamos trabajar desde la conciencia que tenemos que transgredir las estructuras coloniales que excluyen y jerarquizan, ser menos patriarcales y racistas. (Andrea Giunta)

A recuperar la condición social y subversiva del arte, hoy domesticado y/o maniatado por el hipercapitalismo financiero-cognitivo. (Galería Metropolitana)


CAP 5. En relación a las obras presentes en este catálogo-libro, quisiera decir que siempre me ha fascinado la capacidad de ponerle nombre a las exposiciones y a las obras; procedimiento analítico y escritural que FRSM realiza con gran precisión. Aun así me atreví a renombrar sus obras:

  1. Tecnología doméstica, 2017 (Hechizo neoduchampiano)
  2. Diga Queer con la lengua afuera, 2011 (QueerCo)
  3. Asamblea destituyente, 2020 (Full Force)
  4. Caso Ideología, 2016 (CEDOC)
  5. Ideología, 2010 (La ideología alemana)
  6. Ejercicio de color, 2009 (Pixel color)
  7. No juegues en la calle, 2007 (Con las manos en la masa)
  8. Matrimonio igualitario, 2015 (Igualatas)
  9. Hegemony, 2015 (Homocapitalista y homonacionalista)
  10. Chiquitita dime por qué, 2011 (Ábbaco o Junjigrama)
  11. La pornografía es infantil, 2012 (Selfie)
  12. Seis preguntas sobre arte, sexualidad y propiedad, 2011 (Seis preguntas sobre tradición, familia y propiedad)
  13. Indecifrable Nº1, desenfoque de 14%, 2016 (Inolvidable Nº1, desenfreno de 41%)
  14. Ecografía 4D, 2012 (Escritura ecológica desconfigurada)
  15. Ubermensch, 2020 (Ecce homo)
  16. Retrato de intimidad, 2013 (Facebook define quiénes somos, Amazon establece lo que queremos y Google determina lo que pensamos)

CAP 6. Epílogo

Para terminar, ratifico y adhiero al certero perfil que de FRSM hacen los editores, los autores y él mismo en este catálogo-libro “como un artista visual de borde, artista fronterizo capaz de transitar entre lo viejo y lo nuevo, entre lo transparente y lo opaco, entre lo liso y lo espinoso, entre el arte y el activismo”. “Artista de las disidencias, que opera contra la hetero normatividad en todas sus formas y donde el (su) cuerpo se articula como un objeto tecnovivo disponible para una praxis subversiva y resistente”.

 

Texto leído en la presentación de Estatutos de la Disidencia realizado el 7 de enero de 2021 en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende. 

 

Licenciado en Teoría e Historia del Arte, Universidad de Chile
Co-director de Galería Metropolitana (1998-2021)
Docente Escuela de Arte, Pontificia Universidad Católica de Chile
Presidente ACA, Arte Contemporáneo Asociado A.G.

Comentarios

  • 2 Mayo, 2021
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    Diego Paja Parra

    Quien más que Luis Alarcón, el mayor chupavergas después de mí. Pucha que gente más fea y con tan poca gracia.

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